y a quienes se esfuerzan por conseguirlo.
A quienes se levantan cada mañana
con la ilusión de conquistar sonrisas.
A quienes sueñan,
a quienes sufren,
a quienes caminan.
A quienes no desprecian,
ni insultan,
ni miran por encima del hombro.
Porque saben que cada mano,
y cada voz
son necesarias…
aunque sean insuficientes.
A todos y cada uno:
mi abrazo fraternal.
Y a los cuatro hijos de puta
que sólo tienen ojos para si mismos,
y oídos para sus palabras,
y piedad únicamente para su dolor,
y que se sienten dueños
de todo cuanto esté a su alcance,
sin importarles el daño
que causen,
con su ambición
sin límites
y su egoísmo enfermizo…
mis sinceros deseos de felicidad.
Porque nadie realmente feliz
puede causar daño
conscientemente.
Y porque todos
…y todas,
tenemos derecho a encontrar
nuestro hueco
en este pequeño planeta
que vaga
errante
por el espacio.
.
Hermosos deseos :) Tienes razón, el planeta, aunque pequeño es suficiente para todos.
ResponderEliminarSaludos
Sí Natalia, tenemos un planeta suficiente para todos.
ResponderEliminarTendríamos que hacer todo lo posible para merecernos ese hueco en él y ocuparlo dignamente.
Un abrazo fraternal de los del primer grupo ;-)