TODO ES FELICIDÁ

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Cerca de la plaza de Alonso Martínez en Madrid, se sitúa un edificio en la esquina de las calles Orellana y Campoamor, que data del año 1886 y que ha sido completamente redecorado por el artista Jack Babiloni, quien lo bautizó como TODO ES FELICIDÁ.

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La inciativa partió de la sociedad gestora propietaria del inmueble. Tras varios años de rehabilitación integral, Babiloni redecoró la fachada con revisada mitografía grecolatina. Es una enciclopedia de emociones gráficas que definen estados de ánimo como la felicidad, salpicados con multitud de sentimientos y palabras. El resultado es plásticamente impactante. . La obra está realizada con apliques de brocha gorda en cuatro colores: azul, ocre, negro y amarillo, sobre un fondo blanco inmaculado. La técnica empleada es la pintura al silicato sobre revoco de cal. Según Babiloni tienen una conservación garantizada de 500 años.

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Estas pinturas son arte urbano y no grafiti, ya que no tienen ninguna de las características del grafiti salvo el de estar pintadas sobre muro o pared. . Es una obra que no pasa desapercibida y que provoca diferentes y encontradas opiniones. A algunos les parece que desentona con la calle y la estética del barrio. Otros lo consideramos una OBRA DE ARTE con mayúsculas: imposible pasar por delante sin quedar paralizado por la emoción de estar ante un EDIFICIO VIVO. . Los mismos que inicialmente multaron la obra, en los días siguientes a la inauguración pretendieron una y otra vez (sin éxito) estrechar la mano de Jack Babiloni quien, por imperativo ontológico, jamás saluda a un político. Se enfadaban mucho ellos, sobre todo delante de cámaras de medios internacionales (televisivos o estenopeicos...)

. Gracias, Jack,

por la sorpresa regalo

de poder ver algo tan bello

mil veces por primera vez.

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. "No importa lo que uno hace, sino lo que es"

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. "Ni te alegres por el éxito ni te entristezcas por el fracaso.

Todo es mentira".

."Me propuse lo mismo de siempre: una gráfica tiernamente salvaje, rudamente diáfana, caligráficamente perturbadora, impepinablemente valiente, inequívocamente audaz o, lo que es lo mismo y pinceles en ristre, ser honrado, cariñoso, disciplinado y cabal. Pero eso sí: alumbrando solamente criaturas pletóricas, sonrientes, bondadosas y conmocionantes. Todo ello para no errar el tiro, pues no hay hombre honrado que no lleve razón en todo". . "Y eso hice, brochazo a letrita, y allá en esos muros lo fui gestando durante quince días no correlativos comprendidos entre el 4 y el 28 de marzo de 2008, desestimando bocetos y prefacturas y dejando que la incipiente primavera meciera mi coreografía de aquella poética quincena sobre el andamio". . "Así, por ejemplo, desaparecieron muchos personajes que en mi taller me apetecía pintar, pero que en pleno parto fueron resultándome insuficientemente eufóricos en lo emocional, sentimental o, siquiera, lírico. Mantuve, eso sí, la férrea vocación griega que prometí, excepción hecha de un romano que se me coló de rondón y por la puerta grande: Marco Aurelio, irrebatible filósofo y olvidable emperador". . "A las 11:40 a.m. del viernes 28 de marzo de 2008, di mi última pincelada de silicato sobre el casi kilómetro cuadrado de revoco de cal: la tilde (rojo inglés) de TODO ES FELICIDÁ, caligrafiada en el chaflán del primer piso".

Paz y Empatía, Jack Babiloni

www.jackbabiloni.com. http://todoesfelicida.blogspot.com