miércoles, 6 de octubre de 2010
INVICTUS
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El poema que acompañó a Mandela
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Fuera de la noche que me cubre,
negra como el abismo de polo a polo,
agradezco a cualquier dios que pudiera existir
por mi alma invencible.
En las feroces garras de las circunstancias
ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
mi cabeza sangra, pero no se doblega.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
es inminente el Horror de la sombra,
y sin embargo la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
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William Ernest Henley
(Gloucester,Inglaterra: 1849-1903)
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(Bajo los golpes del azar
ResponderEliminarmi cabeza sangra, pero no se doblega.)
Esa frase impacta a cualquiera;
Lastima que no pudo estar en la copa del mundo, para ofrecernos sus sabias palabras.
Sí, lástima que no pudo estar, pero estuvo "presente" aun sin estarlo.
ResponderEliminar"Más allá de este lugar de ira y lágrimas... la amenaza de los años me encuentra y me encontrará sin miedo".
Gracias Frankmex también por tu "presencia" y que los años te encuentren siempre sin miedo.